Hace poco una gran amiga, que tiene junto a su pareja una barbería maravillosa en Vigo, anunció que iba a subir sus precios, y lo hizo poniendo una tabla comparativa de lo que pagaba el cliente vs lo que pagaban ellos. Me pareció una idea magnífica la de mostrar lo que hay detrás del precio de un servicio y me puse a investigar en redes la información que hay disponible sobre cuánto cuesta una Wedding Planner.

Además, es más habitual de lo que parece encontrarte mensajes de parejas en los que, a veces sin ni siquiera presentarse y contarte un poco lo que necesitan, te piden presupuesto.

Mi respuesta es siempre la misma: no tenemos una tabla de precios, porque cada boda, como cada pareja, es única. No es lo mismo una boda íntima en un restaurante, que un bodorrio como el de Pilar Rubio y Sergio Ramos. No se puede cobrar igual por un trabajo que por otro. Por eso necesitamos conoceros y saber qué queréis hacer antes de pasaros un presupuesto acorde a vuestra boda. De ahí que siempre os propongamos hacer una reunión inicial.

De todas formas, como hizo mi amiga Erika, quiero contarte qué incluye un presupuesto de una Wedding Planner. 

Cuanto cuesta una wedding planner

Esto es un negocio, y como tal tiene ciertos gastos:

Que nos apasione nuestro trabajo, no significa que lo hagamos por amor al arte, o en este caso a las bodas.

Como profesionales que somos, estamos dados de alta como autónomos, y tengamos o no empresa, ese gasto es continuo, todos los meses. Además, contamos con un seguro de responsabilidad civil que, en caso de que ocurra algo y seamos responsables de ello, este seguro se hará cargo de los gastos que se puedan generar. Trimestralmente, pagamos el 21% de lo que facturamos a Hacienda. 

Además, cuando una boda tiene más invitados, es necesario tener ayudantes, concretamente una persona por cada 50 invitados para poder gestionar la boda como se debe. Estas personas no trabajan gratis, tienen nóminas que hace un gestor… 

En fin, como ves, tener una empresa conlleva gastos. Todo esto, que hace que estéis tranquilos el día de vuestra boda, está incluido en el presupuesto que os enviamos.

Además, dependiendo del servicio que necesitéis, se invertirá más o menos tiempo, y te cuento las diferencias entre las diferentes opciones:

Organización integral, nuestro ALL IN!

Como su nombre indica, este presupuesto implica que vosotros os despreocupéis de todo, y que solo tengáis que tomar las decisiones de qué es lo que más os gusta. Al fin y al cabo, vosotros sois los que tenéis la última palabra. El resto de cosas están en nuestras manos. Este trabajo normalmente puede llevar desde 2 meses o menos a un año o más, y durante todo ese periodo vamos a estar para vosotros en todo momento (siempre dentro de nuestro horario laboral, que también necesitamos descansar).

La organización completa de una boda suele llevar de media de 400 horas de trabajo, de las cuales tu sólo vas a ver una pequeñísima parte, porque para eso contratas una Wedding Planner. Para que busque el espacio y proveedores y que haga todos los trámites por ti. Aquellos que conoces, y todos aquellos que desconoces porque no te dedicas a la producción de eventos, pero que son imprescindibles.

Retomar un proyecto a medias, nuestro SOS… RESCUE ME! 

Puede que inicialmente decidierais vuestra boda la organizáis vosotros, pero de repente empiezas a ver marrones por todas partes y decides recurrir a este tipo de servicios. 

Básicamente consiste en la organización integral de la que te he hablado antes, salvo que además hay que añadir la revisión de todos los proveedores que ya teníais y encontrar el resto. Esto no es más fácil, sino al contrario, porque normalmente hay mucho menos tiempo para hacer algo más de trabajo.

Tanto la organización completa como el retomar un proyecto a medias incluyen la coordinación del día de la boda, lo que supone un trabajo previo de timing y coordinación con todos los proveedores para que cumplan con lo estipulado en el contrato. 

El día de la boda, arranquemos muy temprano y terminemos muy tarde, una media de 16 o 18 horas al pie del cañón, ya sabéis, una persona cada 50 invitados para que la cosa no se vaya de madre.





Ahora compara nuestro presupuesto con el de cualquier otro proveedor de boda, por ejemplo un fotógrafo o videógrafo (si, lo siento compañeros, siempre os ponemos de ejemplo). Ojo, que ellos le echan horas y muchísimo trabajo, material, conocimiento, y un largo etc… y normalmente no suele haber problemas con sus precios.

¿De verdad te sigue pareciendo caro el presupuesto de un servicio de Wedding Planner?